Hoy ha echado a andar nuestro club, el de profes. Un club que nace para compartir lecturas, las mismas que hace nuestro alumnado: la denominada “literatura infantil y juvenil”. Quizá la idea surgió por esa necesidad que tenemos de tratar de entender y saber lo que ellos leen para tratar de acercarnos y de conocer sus gustos, lo que les emociona o les produce rechazo.
Hemos comenzado con cierto nerviosismo y mucha ilusión, porque desconocemos qué nos a va a deparar cada lectura, qué interpretaciones hará cada una, si el libro elegido gustará, si nos sentiremos cómodas, si perderemos el pudor a hablar en alto de lo que hemos sentido, de los que hemos pensado, de lo que nos ha evocado…
En nuestra primera sesión, hemos comentado Qué blanca tan bonita soy, del escritor D. Verroen, que obtuvo varios premios de literatura infantil. En él se cuenta, la historia de una niña de 12 años a la que por su cumpleaños le regalan un esclavo negro. A todas nos sorprendió que, bajo esa lectura con una forma tan sencilla, breve y tan cercana al verso, se desplegaran una serie de personajes que bien merecen esa expresión de “blanco sobre negro”.
Porque los blancos aparecen retratados, siempre desde el punto de vista de la niña, como crueles, violentos, racistas, unos cristianos hipócritas que, al mismo tiempo que leen la Biblia, no tienen ningún reparo en insultar, herir o asesinar.
Inevitablemente, surgieron preguntas: ¿es adecuado para un lector infantil?, ¿qué imagen tenemos y tiene nuestro alumnado de África?, ¿por qué el autor no emite ningún juicio moral sobre esa situación que describe?, ¿qué conocen nuestros alumnos sobre este tema?, ¿realmente se ha erradicado la esclavitud en nuestros días?
Quizás esperábamos un final feliz, pero eso sería negar las evidencias.
Nunca pensamos que un libro tan breve, nos iba a dar tanto que hablar.